jueves, 12 de abril de 2012

Una teoría sociológica de Los Planetas




El universo de Los Planetas no puede entenderse si uno no vive en Granada. Todo el imaginario colectivo de esta ciudad, la cultura, la tradición y los sentimientos se concentran y quedan reflejados en cada uno de sus temas. Lo barroco, lo cristiano, el flamenco y el astío posmodernista es interpretado y reinterpretado por esta banda granadina para crear un estilo sui géneri que pocas bandas han sabido continuar. Incluso la malafollá se deja ver de vez en cuando, mezclada con un sentimiento pesimista típico de un posmodernismo que ha ido avanzando desde el inicio de su andanzas musical, tanto a través de la temática de sus temas cono por la composición musical y la importancia que se le da a cada instrumento. Por lo que en realidad no se trata de una banda de música al uso, sino de una intepretación de la realidad social a través de sus sentimientos y sus raíces ancladas en un mundo casi lorquiano.

Las ganas de ahondar en el origen de todo y de seguir descubriendose a sí misma como banda los ha llevado experimentar con unos ritmos casi prohibidos en el mundo del indie y la música alternativa, estrechando lazos con el flamenco y dejándose llevar por sus composiciones barrocas y pasionales. Esto los ha llevado a crear grandes joyas de la música como sus continuas colaboraciones con un maestro tan ecléctico como Enrique Morente.

El estilo brillante, el noise-pop y las ganas de explotar en cada tema de sus primeros discos se va transformando, pasando por un psicodelia claroscura para llegar a rincones que ninguna otra banda ha logrado llegar. 


viernes, 9 de diciembre de 2011

Acerca del fracaso de la modernidad


Ojeando apuntes de una carrera pasada, intento enlazar a los clásicos con la situación actual de hecatombe y desgracia que asola a la vieja Europa y al monstruo Occidente.

El problema que creo que existe en la realidad es que el fracaso de la idea de progreso creada en el mundo científico e intelectual, que impulsó en su día la corriente modernista  de occidente ha sido tan tremendo y atroz, que los intelectuales se han dado cuenta de que nada se puede hacer, inyectándonos la idea de un devenir trágico que nos arrastra hacia un futuro negro e incierto al cual no podemos negarnos de ninguna forma. Pero ese batacazo, llamémosle posmodernismo, ha dejado sin ningún tipo de fuerza a las corrientes intelectuales, abandonando así toda esperanza de un nuevo sistema social capaz de crear un estado de justicia y equilibrio social. El tema está en que la inexistencia de esfuerzos intelectuales y científicos para sacar adelante un nuevo proyecto social ha llevado a que se vuelva a un estado donde el pueblo es el único llamado a rescatar de las garras voraces del capitalismo neoliberal a esta sociedad deprimida y enfrascada en un “horror vacui” permanente. Miles de levantamientos en todo el mundo inundan cada día medios de comunicación -al servicio de un Estado Único- mientras aquellos de arriba con un futuro asegurado a costa de la privación de libertad y de seguridad del resto de los mortales (Leviatán?) juegan al monopoly en las bolsas mundiales.

De esta forma, se vuelve así a una situación similar a la que se vivió durante la Revolución Industrial, donde el pueblo o la masa trabajadora y reprimida lucha contra la elite minoritaria que cada día arremete más contra sus derechos y libertades. En poco tiempo hemos podido comprobar cómo la burguesía más altanera machaca sin piedad a un proletariado cada vez mas embutido en el cuello de botella que lo lanza directo a la temida infraclase, volviendo a los términos con los que Marx analizó en su día la sociedad. 

Pero el matiz que creo encontrar de aquellos tiempos a ahora es la forma en la que la burguesía priva de derechos y libertades a los reprimidos, de una forma más líquida y compleja que la que por aquel entonces se hacía, creo que en la difusión del funcionamiento social estriba la clave del éxito de la burguesía actual, aunque con la crisis económica actual han perdido las riendas y nadie sabe como volver a retomarlas. Pero queda claro que nos han seguido engañando, para seguir manteniendo el status quo que siempre han querido conservar. 

lunes, 7 de noviembre de 2011

Realidad trágica


Ando por la calle, me siento en las terrazas de los bares a tomar algunas tapas con mis amistades, echo un vistazo rápido afuera de la tienda donde compro la verdura… La multiplicación exponencial de personas que piden dinero, que buscan sobrevivir, es un fenómeno real y triste. 

Hace algunos años, concretamente antes de la crisis, recuerdo que al igual que ahora, de vez en cuando se acercaba alguien a pedirte dinero, encontrabas mendigos en las calles, gente sin hogar, personas sin recursos. Pero desde entonces hasta ahora la cantidad de personas en esa situación es impresionante, la calle se llena cada vez más de infraclase, proletario casi en un sentido clásico de la palabra, y excluidos sociales. Es algo explícito y directo. Uno no puede hacer frente a las personas que desfilan delante de los ojos pidiéndote que contribuyas, con lo que sea, con unos cuantos euros, a aumentar su deterioro social y económico. La necesidad agudiza el ingenio, los argumentos se diversifican, sin perder su matiz trágico, la ciudad se convierte en un escenario donde se representa continuamente una obra trágica.

No puedes dar dinero a todo el mundo, son demasiadas cabezas que alimentar, pero cuando una persona se te acerca explicándote su situación para tocarte la fibra sensible y pedirte unas cuantas monedas (incluso comida me han llegado a pedir por la calle), ten por seguro que es porque no le queda otra, porque no tiene a donde ir.

Te pregunto Estado, ¿es esta la sociedad que quieres tener? Os pregunto políticos, ¿es esta vuestra ciudadanía votante a la que podéis comprar?


lunes, 31 de octubre de 2011


Hoy se ha ido un trocito de mí. Hoy se ha ido, pero sólo físicamente, una parte de mi experiencia.

Le dediqué durante todo este día mis pensamientos más bonitos, porque se los merece.

Quizá cuando lea estas líneas, habrá tanto mar de por medio que nuestras mentes no serán capaces de captar la inmensidad de la distancia que nos separa.

Pero cuando vaya a los lugares donde solíamos ir, su voz sonará a lo lejos, y me reiré con su risa, armoniosa y brillante, llena de cariño.


La distancia llegó, pero el cariño y las ganas de continuar queriendo han hecho trinchera en España, en Granada.

Besos. Brindaré con fernet por ti.

domingo, 11 de septiembre de 2011

El Incidente



Hacía tiempo que ella dejo de hablar del Incidente. Ni siquiera quería pensar en su nombre. Había hecho un gran esfuerzo por ocultarlo en lo más profundo de su memoria. El Incidente era un hecho pasado que quedará marcado en forma de cicatriz vital como un recordatorio de una experiencia intensa, algo de lo que hay que aprender y crecer. No tenía ningún sentido volver al pasado y retorcerse en hechos que con el paso del tiempo se han ido tergiversando y han tomado un color oscuro intenso. Un color del que a veces es imposible apartar la mirada. Pero el Incidente era una película censurada en su memoria, algo de lo que el inconsciente que sirve como alarma para posibles incidentes similares, un patrón formado por un conjunto de maldades y calamidades que a modo de referencia sirven para poder sobrevivir. Y ella lo estaba haciendo bien, no se rindió después de aquello, asombrosamente sacó fuerzas y se hizo más grande, agradeció a la vida todo lo pasado, simplemente siguió siendo y no se perdió en los surcos oscuros de su pasado. Siguió construyendo su vida pasito a pasito, como parecía que las cosas le salían mejor, sin prisa y disfrutando de todo: de los momentos buenos, pues son éstos los que hacen que la vida se llene de colores, y de los malos pues de ellos son de los que realmente aprendes. Son las situaciones que menos nos gustan vivir las que más nos sirven para intentar arreglar las cosas. A ella no le importaba volver a equivocarse, volver a digerir otro Incidente, seguir con el juego ensayo-error. Incluso era algo que a veces se planteaba como un reto, era algo en lo que ocupar su vida, la cual a veces era demasiado anodina. La televisión te come la cabeza y el mundo en aquel momento parecía estar más loco cada día, por lo que ella decidió buscar recursos en su vida cotidiana, no mirar al pasado y vigilar el futuro pero estando en el presente.
Por eso no entendió lo que ocurrió en aquel momento. Se quedó callada en la silla mirando a la pared, intentando encontrar a alguien o algo que le dijera como digerir ese momento tan surrealista. No tenía esquemas para aprehender lo que estaba ocurriendo dentro de sí misma y lo que había llevado a que se volviera al Incidente. ¿Por qué? ¿Qué había pasado para que una cosa casi olvidada y superada por completo hubiese decidido volver e invadir una tarde de tranquilidad y estudio?
En el fondo le gustó. A veces hacen falta olas que intenten romper tu muro para que éste se haga más fuerte. Y entonces lo entendió, cada vez que el Incidente rondaba por alrededor ella le plantaba cara y se hacía más fuerte, no le tenía miedo, sabía que estaba por encima de todo eso, que hacía tiempo que había avanzado a un nivel superior. Fue como volver a un colegio de primaria estando licenciada. Pero lo que le inquietaba era la cadena de sucesos y pensamientos que había tenido lugar en alguna parte de una cabeza de otra persona para que todo esto se reavivara. ¿Por qué intentar seguir retorciéndose en algo que ya no existe? Fue algo en lo que nunca pensó, en el lado contrario, pues este tipo de Incidentes te hacen un ser tremendamente egoísta (más de lo que somos a menudo) y en medio de todo el caos ella solo se miró a sí misma y a su ombligo, intentando no respirar hasta que pasara la tormenta, hasta que todo se volviera más claro y pudiera encerrar ese color oscuro en una cajita, a modo de souvenir, con un título que pusiera “yo estuve aquí”.
Pero esa otra parte, tan extraña y ajena ya para ella, tan fuera de su mente y de su corazón no podía analizarse racionalmente. Ella lo sabía, pues desde el principio del Incidente todo dejó de estar dominado por la razón. Ella pensó que este tipo de cosas te hacen darte cuenta de lo tremendamente racionales que somos. Nuestra vida está impregnada del dios de la Razón y actuamos cada vez más racionalmente. Entonces se le iluminó la bombilla de la locura, y empezó a trabajar para que ambas cosas estuvieran dentro de su vida. Ni una cosa ni la otra, ella quería ambas, en su justa medida, que precisamente es lo más complicado de conseguir.
Parece que fue hace eones pero en realidad no había pasado ni un año. Supuso que se sentía así porque disfrutaba de la vida, lo que le agradó y calmó su pensamiento. Pero aún seguía dando vueltas el momento que acababa de vivir en su habitación, esa interferencia que se había producido en aquella maravillosa tarde en el que los pajarillos cantaban alegremente en las antenas de su edificio. Por un lado, no quería seguir pensando en aquello, no sola, pues eso le daba miedo. No quería perderse en sus pensamientos, no quería caer en un estado de obsesión compulsiva con pensamientos recurrentes que no le hacían bien. Ese era su miedo, y precisamente era ese miedo al sufrimiento lo que le sacó del Incidente. Es una gran estrategia de supervivencia que brilla por su simplicidad: distraer a la mente y el inconsciente con otras cosas para no pensar en algo que sabes que te hace mal. Esa era su solución, y le encantaba porque le funcionó; todo salió como ella quería que saliera y gracias a eso ahora estaba allí, viviendo una vida cómoda, sin grandes quejas, rodeada de gente y con proyectos interesantes por cumplir; en fin, con ilusión otra vez por la vida.
Al llegar a ese punto, todo pasó y el color oscuro se diluyó en su mente, ya no quedaba rastro de ese momento surrealista, y volvió a recuperar la calma tras terminar de escribir estas palabras.

http://www.youtube.com/watch?v=acgvRle07GI&feature=relmfu

jueves, 16 de junio de 2011

15M: Medios de comunicación y políticos


Al abrir el periódico o ver las noticias en la televisión durante estos días, resulta innegable darse cuenta del nivel extremo de acoso y derribo al que están llegando los medios de comunicación (amparados y apoyados por los poderes políticos) con respecto al Movimiento 15M. La estrategia de manejo de la opinión publica a través de la idea perversa de un movimiento radical, violento y lleno de ideas utópicas sin sentido está siendo lanzado a diestro y siniestro sin ningún tipo de reparo. La comprensión, la objetividad y el respeto parece no tener cabida en su discurso mediático estilo “sálvame”, lleno de fieras esperpénticas degradantes y degradadas.

Saben que una de las mayores fuerzas que tienen el movimiento 15M es la estrategia de la no violencia y aún así hacen oídos sordos y generan opiniones en la mayoría de los casos fascistas y sin ningún tipo de ética.

El bando que parece configurarse justo enfrente de todos nosotrxs lx indignadxs es un triángulo maldito que ha tomado el camino del atropello de los derechos de la ciudadanía y arremete, amenaza y utiliza la violencia tanto legítima como ilegítima (simbólica, si se prefiere, la cual no se ve tan fácilmente) para acabar con este grano en el culo que les ha salido. Los políticos se han quedado completamente descolocados ante el levantamiento de la ciudadanía en masa, antes y después de las elecciones municipales. Antes no supieron donde posicionarse y hablaban sobre ello con la boca pequeña, tan pequeña que casi no llegaron a pronunciarse sobre el mismo, las elecciones estaban a la vuelta de la esquina y no podían perder votos. Tras las elecciones, siguen sin saber donde posicionarse porque en el fondo saben que llevamos razón, saben que se han pasado de la raya y que han cometido infinidad de atropellos contra la libertad, la democracia y los derechos de las personas. Pero asumir que se han equivocado e intentar arreglarlo es algo que los partidos políticos para nada se han planteado. Con lo cual, utilizan todas las armas por sucias que estén a su alcance (en realidad sólo utilizan las más sucias) para acabar con esto como sea, aunque se tenga que dar ordenes a la policía de arremeter contra personas que están en la calle ejerciendo su derecho a manifestarse. Y entonces, ahí está, el cómplice sucio, el asesino contratado a sueldo, los medios de comunicación de masas para soltar bombas fétidas, asustar y crear más prejuicios sin sentido en el imaginario colectivo.
Por último, la policía ataca para defender...se. Para defenderse sólo a sí mismos, según los medios de comunicación, pero todos sabemos que siempre han sido un instrumento más del poder estatal. Hay que recordar que están ahí porque su principal función es ejercer la violencia legítima del Estado contra las personas ciudadanas del propio Estado! Sus argumentos se caen a pedazos. Cualquiera que tenga un poco de conocimiento sobre la sociedad en la que vivimos, sabrá que las cosas están realmente mal: el neoliberalismo estatal, cada vez más cerca de la extrema derecha, el capitalismo radical y extremo y el consumismo agresivo para salir de una crisis que tenemos que pagar con nuestros derechos, los mismos que tanto les costó a la mayoría de este país conseguir no hace mucho. Parece que se les ha olvidado cómo se vivió durante el régimen franquista, los atropellos y las barbaridades que se cometieron. Y digo “se les ha olvidado” porque son los mismos que consiguieron esos derechos los que ahora los están pisoteando. Y nosotros, hijxs de la comodidad, de la sociedad del consumo y del fast food tecnológico, junto a aquellos que por suerte todavía recuerdan lo que fue el pasado de este país, nos hemos levantado del sofá, hemos apagado la maldita televisión y les hemos gritado en toda la cara, de forma abierta, directa y  pacífica que defenderemos nuestros derechos y nuestra dignidad como ciudadan@s del mundo.  


viernes, 10 de junio de 2011

Escher


Ayer y el día anterior, había tanta primavera en el aire que se me hizo un nudo en la garganta, oh vaya, "tengo que trabajar". No tenía que hacerlo en absoluto, pero la autodisciplina, una invención horrible, me lo ordenaba.

M. C. Escher