jueves, 8 de julio de 2010

The Catcher in the Rye


El último libro que me acabo de leer se titula “El guardián entre el centeno”. Supongo que alguna vez habréis escuchado hablar sobre él. Es una obra muy famosa del escritor Jerome David Salinger.

Antes de empezar haré una aclaración: si tienes pensado leerte el libro, no continúes leyendo esta entrada porque voy a hablar sobre él y sobre su argumento. Hay gente que no le gusta nada que se le hable ni chispa sobre un libro o una película porque dice que “se la arruinas” o cosas así; a mí siempre me ha gustado oír lo que dice la gente sobre las películas o libros aunque me cuenten el final porque siempre me quedo con la intriga de cómo lo harán en la trama para que toda la historia desemboque en ese punto.  Además, uno siempre ve películas o lee libros y los interpreta irremediablemente de forma subjetiva y por eso puedes ver si la persona que te habló bien o mal de la peli o el libro en cuestión la ha entendido como tú.

El libro trata de un chico en plena juventud, Holden Caulfield, que acaba de ser expulsado de un colegio privado donde se aburría como una ostra y piensa que todo el mundo es terriblemente falso. A la vez que explica todo lo que le ocurre a raíz de este suceso, expone su forma de entender el mundo en plena efervescencia juvenil. El chico en cuestión es un mentiroso, holgazán y está todo el día criticando a todo el que pasa por delante de él. Nunca está a gusto con nada y nadie merece la pena. Incluso su hermana pequeña, una chica observadora y muy inteligente, se lo llega a soltar en la cara y le pregunta si hay algo que realmente le guste hacer o alguien que le caiga bien. Demuestra rebeldía en cada uno de sus pensamientos, típica de la juventud y de los años en los que uno empieza a descubrir el mundo y a entenderlo todo. Pensamientos típicos como  “soy diferente y nadie me entiende” o  “me siento terriblemente solo”, impregnan toda la novela.

Otro rasgo que me ha llamado mucho la atención es que no habla para nada  de su futuro, no sé exactamente si es porque el escritor no quiso entrar en detalles sobre su futuro o porque realmente lo hizo a posta para hacer ver que a Holden le importaba un pimiento. Lo cierto es que es una forma de ver la vida muy característica de la juventud, el no pensar en el futuro, el vivir el ahora y sin pensar demasiado en las consecuencias. Yo misma pienso muchas veces así, y me agobio fácilmente pensando en las responsabilidades que tendré en el futuro, por ejemplo con tener un baby y con tener que pagar todos los meses letras de coches y de casas y de todo.

El libro está escrito de forma clara y amena, la lectura se hace bastante ágil y te llega a enganchar mucho la forma de contártelo todo con un lenguaje dejado y lleno de palabrotas y expresiones de chico adolescente que llenan todo el relato. Esa es una de las cosas que más me gusta del libro. No las palabrotas, sino la capacidad del escritor por adaptar esa mentalidad y poder captar toda la esencia de los adolescentes para lograr recrear perfectamente el mundo de ese chico. Siempre me ha encantado la gente que, teniendo un conocimiento muy extenso sobre un área o siendo expertos en alguna materia, logran bajar hasta un nivel “inferior” y explicártelo todo de forma simple y que logres entenderlo. Me parece increíble o como diría el prota “me deja sin palabras”.

Por contrapartida, se muestra igualmente su dulzura y su punto blandito. Me gusta cuando habla de las chicas porque casi todas las que conoce le caen bien o son buenas, pocas veces dice algo despectivo contra alguna y cuando lo dice, lo dice con toda la razón.

Y mientras escribo esta entrada, y con la misma rebeldía que el protagonista de este libro, me estoy cagando en la mierda de las vuvuzelas esas – mi madre las llama “buganvillas”, no sé exactamente de dónde ha sacado eso-, esperando que por fin el mundial pase. 

Por cierto, la ilustración es de Walther Sorg

viernes, 2 de julio de 2010

Venus es tu vecina





Una de las últimas series de anime que estoy siguiendo con más ganas es Arakawa Under The Bridge. Pertenece al género shojo – género por donde más me suelo mover-, no tiene un argumento muy enrevesado y, a decir verdad, es bastante simple y algo absurdo aunque toda la serie en sí es absurda. El protagonista, Ichinomiya Kou,  es el típico joven japonés de familia adinerada que ha heredado el control de las empresas de su multimillonario padre y que goza de un éxito tremendo en el mundo de los negocios. Una de las causas de haber llegado tan alto es el intenso y duro adoctrinamiento que desde pequeño le enseñaron en su familia, regida durante generaciones por una máxima inquebrantable por ningún miembro: no pueden deber nada a nadie, ni dinero ni favores ni nada. Pero un día, el joven Kou por circunstancias de la vida se ve en medio de un gran puente sin pantalones y hablando con una extraña chica que está pescando y que afirma ser de Venus. Al intentar recuperar sus pantalones, cae precipitadamente por el puente y comienza a hundirse en el río. La extraña chica le rescata y ahí es donde comienza la historia de verdad, ya que Kou está en deuda de por vida con esa chica al salvarle ella de una muerte inevitable. Kou está dispuesto a hacer lo que sea con tal de que no quede en deuda con la misteriosa chica, Nino. A ella le moló el chico desde la primera vez que lo vio y decide que sea su novio. Esto hace que ya no puedan estar el uno sin el otro, y aunque en un principio les una este lazo de favor-por-favor, poco a poco se irán enamorando de verdad.

Kou se traslada a vivir debajo del puente donde existe una micro-sociedad de seres al cual más extravagante que el anterior. Un kappa lidera el grupo y es el que pone los nombres a los habitantes y decide las reglas principales. Poco a poco, Kou o como le comienzan a llamar en el rio “recluta” pero que casi siempre lo recortan y se queda en Ric, se va dando cuenta de que está en medio de un lugar donde todo está patas arriba y donde la gente no utiliza para nada su sentido común. Lo único que impera en medio de este caos es el sentido de comunidad y el sentido de amistad y de unión frente a todo aquel que quieran disolver este equilibrado mundo de locos. 

Kou es el típico personaje que equilibra el anime con su parte de sentido común, de organización y establecimiento del orden, un orden que él cree correcto pero que en realidad no encaja para nada en este universo de locos. Nino es una chica que se presenta misteriosa a la vez que abierta y amigable, bastante decidida y con las cosas claras. Es el personaje que mejor me cae porque aunque esté loca y coma peces vivos de un bocado, al final acabas reconociendo que tiene bastante sentido común. Es delgada y con una larga cabellera rubia, y una cosa que me hace mucha gracia es que cuando algo le llama la atención, un mechón de su pelo se pone de punta señalando hacia un sitio. Es como una cola de perrito cuando curiosea algo.

Los personajes que siempre están en primer plano protagonizando las historias junto con Ric y Nino son Estrella –un aspirante a cantante con cabeza en forma de estrella-, Hermana –un ex merecenario de guerra ultra violento inglés que se metió a monja-,  Estela –rescatada de un orfanato inglés por Hermana y con un desdoblamiento brutal de personalidad-, María –la seductora granjera del pueblo-, P-Ko  -posee el huerto con las frutas mas cuidadas y mimadas de toda la ribera, su amor por las hortalizas le hace incluso cortarse y pintarse el pelo como un tomate-, los Hermanos Hierro –dos gemelos que por sus poderes sobrenaturales se tapan la cabeza con unos extraños cascos de hierro para no ser localizados y llevados a un laboratorio-  y Shiro –su único objetivo en la vida es seguir la línea blanca que el mismo va pintando en el suelo-. 

La estética de los personajes es bastante fresca y actual aunque no demasiado original o fuera de lo común, siguiendo la línea de los Shojo de nueva generación. Toda la serie está bañada del humor absurdo japonés manga que en mi opinión, hay veces que no lo llego a entender bien, pero que por alguna razón, me engancha y me pica para que termine de ver que es lo que sucede. La serie te hace ver que si aparentemente pueden llegar a ser de otro planeta y a hacer cosas absurdas, en el fondo no son tan distintos de nosotros o de lo que nosotros consideramos como normal. Para mí no tiene nada de especial, simplemente me ha enganchado por los personajes tan extraños y a la vez tan divertidos que tiene. Y aunque pertenezca a Shojo, las relaciones amorosas y empalagosas no se manifiestan constantemente en el anime, de hecho la única pareja romántica de la serie son los protas, Ric y Nino.

En la actualidad se emite en la televisión de Japón y ya ha sido anunciada hace poco la segunda temporada de la serie allí. Ojalá pudiera ver capítulos nuevos todos los días, me resulta muy entretenida y simpática y espero con impaciencia la segunda temporada.