viernes, 11 de marzo de 2011

El karma: lecciones de la vida


Más que policía del karma, yo lo llamaría nuestro pequeño "pepito grillo" que lleva la cuenta  espiritual de nuestras buenas y malas acciones

Hay veces en que las circunstancias de la vida te obligan a tomar un camino, aunque en el fondo si lo reflexionas te das cuenta de que no es una obligación, es un reto que la vida te pone delante.

A veces tienes que ser egoísta. Tienes que dedicarte a ti mismo y a nadie más, porque hay veces que se te escapa la fuerza por la boca y le das la mano alguien, y acaba cogiéndote el brazo (perdón por mis amigas argentinas, sería “tomándote” ^^).

El karma: su principio básico es el respeto y la responsabilidad, algo tan fácil de decir pero tan difícil a veces de cumplir. Pero cuando lo sigues y lo cultivas te das cuenta de que la vida te devuelve. Si haces lo correcto y actúas con respeto hacia las otras personas sientes que todo está sucediendo como tiene que suceder, no como tú te lo has imaginado, pero notas un cierto equilibrio que fluye alrededor tuyo, no hay complicaciones. 
No hay que resistirse a nada, hay que superarlo todo, llegar al punto de no pertenecer a este mundo, de saltar con la mente y aceptar cualquier barrera que te imponga la vida. Si en la mente, en los pensamientos dominas las barreras en la vida tendrás pocas ocasiones de chocarte contra un muro. No hay que ser ni de aquí ni de allí, hay que ser de todos lados y ninguno a la vez.

Es una filosofía de vida que puede salvarnos el tipo en las sociedades en las que vivimos. Y siempre conocer, saber y comprender todo lo que está más allá, el lado oscuro, lo que no te enseñan en los anuncios. Por muy duro que parezca, hay que enfrentarse al mundo real y sobre todo romper barreras estúpidas de clase y esforzarse por seguir unido con la gente que merece la pena, la gente que sigue conectada a ti pase lo que pase, sin poner en medio la distancia física, la distancia temporal, diferente forma de pensar o diferentes gustos pues esto sería reducir la vida a algo tremendamente ridículo. La gente entendería esta idea mucho mejor si desde el espacio exterior pudieran ver dentro de un cohete la inmensidad de la tierra y lo infinito del universo. ¿Nunca os habéis preguntado que sentiríais dentro de una nave espacial? Pienso que una sensación desconocida para mi recorrería todo mi cuerpo y conectaría de alguna forma mi cuerpo físico, mi cuerpo emocional, mi cuerpo mental y mi cuerpo espiritual, expresándose por medio de una lagrimita de felicidad y me vendría el pensamiento de que no somos nada, somos personajes que nos creemos que podemos dominar el mundo con nuestras manitas de cinco dedos y que nos ahogamos en un vaso de agua cada vez que algo no sale como queremos. Somos unos simios tremendamente caprichosos.

No acojo toda la filosofía de pensamiento del budismo acerca del karma pero me parece que el camino que ofrece cono forma de pensamiento sobre estas sociedades actuales es un buen colchón para soportar los posibles baches que te puedan surgir en el camino de la vida. 

Haz lo que te gustaría que te hicieran, uno recoge lo que siembra, si das recibirás… Son frases típicas del imaginario colectivo tradicional que presuponen una conexión de tus acciones con tu entorno, porque en el fondo todo está conectado. 

miércoles, 9 de marzo de 2011

Guadalupe Plata


Muchos han sido los discos nuevos y bandas musicales que escuché por primera vez en el 2010 y que me impresionaron. No puedo dejar de mencionar mi grupo del día a día, Belle&Sebastian, que me acompañan a cada sitio que voy o en cada tarta que cocino, siempre están ahí transmitiéndome positividad y alegría, dulzura y sensibilidad. Igualmente me fascinó Spearmint, un grupo que encontré por casualidad en internet y que me animan mucho en los días más apáticos. y muchos más grupos y discos que me han impresionado, de géneros muy diferentes a los que venía escuchando. 

Pero en este post no quiero hacer un repaso exhaustivo de cada grupo, sino que quiero hablar de uno en concreto. Quiero hablar de Guadalupe Plata, una banda jiennense que sacó su primer disco en el 2010 (creo) pero que llevan bastante camino musical recorrido. Comencé a escuchar de ellos en el Wild Weekend Festival de Málaga en verano de2010 y desde el primer momento que escuché su disco me dejaron con la boca abierta.

Hace poco sacaron el segundo disco, con el mismo título que su anterior disco, es decir, ninguno (por favor, corregidme si me equivoco, soy muy despistada) con un repertorio más extenso que el anterior aunque igual o mejor que el primero.

No pretendo hacer una crítica musical ni nada por el estilo, no me considero experta de nada, de hecho no me suena nada bien la palabra “experto”. Pero personalmente yo los definiría como rock&blues “sucio”, tirando más bien a blues oscuro, blues de pantános oscuros y ceremonias vudú. Es una mezcla extraña, tanto de géneros como de sonidos y melodías. Inventan instrumentos con un barreño de zinc, un palo de madera y una cuerda de arrancar motosierras. Si al escuchar alguna de sus canciones piensas que son geniales, te recomiendo que vayas a verlos en concierto. La puesta en escena es impresionante. Como dice una amiga mía, sientes que tu interior vibra sin que puedas controlarlo y te provoca una sensación indescriptible.

No intento ponerlos por los aires, no soy persona de ídolos y fans. Sólo intento transmitir la pasión que me han transmitido ellos por su música. Su último disco está lleno de impresionantes temas y en cada uno innovan en algo, no se quedan en lo anterior sino que intentan mostrar su música con un toque diferente. Es un disco que aunque siga un ritmo similar en todas sus canciones y sea siempre de blues, no te cansas de escucharlo una y otra vez. 

Desde los primeros acordes de la primera canción del disco te meten en su mundo. No necesitan introducción ni progresión para crear ambiente, "Serpiente negra" es su grito inicial.

"Lorena" es una de las canciones que más me gustó de su concierto, el ritmo constante de la batería acompaña los gritos del cantante y te hace bailar aunque no quieras, mueve tu cuerpo. Es una canción con mucha energía y me gusta mucho el cambio de ritmo que meten. 

"El tigre y la yedra"  es quizá donde hacen un cambio más sobresaliente sobre el resto de las canciones del disco, ofreciendo una mezcla de música de circo/carrusel que le da un toque muy genuino. No sé que instrumentos han utilizado pero le dan un toque muy personal a la canción, sin abandonar de fondo el ritmo de blues oscuro que mantienen en todo el disco. 

"Habichuelas del oeste" es un final en parte perfecto y en parte no. Lo es porque es un punto y final en el disco increíble, disminuyen el ritmo y profundizan en la energía que transmiten. Es una psicoldelia de acordes mezclados de forma que te ponen los pelos de punta. Me parece una de las canciones más sensuales, oscuras, y profundas que he escuchado en mi vida. La parte por la que pienso que no es perfecta para el final es porque siempre que termino de escucharla.... ¡Quiero más! Pero es la última, así que vuelvo a poner el disco de nuevo y asunto solucionado. :)

Conclusión final: Han pasado a ser un grupo imprescindible en mi colección discográfica.  He comentado alguna de sus canciones, las que he escogido al azar pero todas merecen la pena ser escuchadas. 

viernes, 4 de marzo de 2011

Educar en las afecciones



Debería existir una educación más centrada en los sentimientos.

¡Cuánto tiempo, dinero y esfuerzo se ha perdido en la aplicación del invento de la "educación para la ciudadanía"! No he visto atisbo alguno de que haya surgido brote de lo que ellos llaman “ciudadanía”.

Abogo por una educación de los sentimientos. Las carencias fundamentales que existen en la actualidad son una falta de pensamiento y conciencia sobre las CONSECUENCIAS y por lo tanto una falta de RESPONSABILIDAD (que para mí significa “no hacerse cargo de las consecuencias de tu acción” ¿Te has encontrado con much@s así?, que bien, pensé que era la única).

 La cuestión no es que la educación y las buenas maneras brillen por su ausencia sino que sólo se piensa en el aquí y el ahora, a la gente le falta la conexión con el ¿Qué pasará después? Y mucho peor, la gente muchas veces ni siquiera se cuestiona “pero, ¿Qué había antes?”. La sociedad del consumo y de lo fugaz moldea nuestro razonamiento afectivo guiándolo por la burocratización de los sentimientos, la compartimentalización y la mentalidad fast, por los pensamientos y sentimientos de usar y tirar y eso se transmite a las acciones. Lo que deriva de todo ello es que la gente no “siente” lo que ve, lo que escucha o lo que hace a/con los demás. En los colegios se enseña que la dictadura franquista fue horrible porque era un régimen donde no existían libertades y bla bla… Cuando en realidad lo que se está haciendo es transmitir pensamientos tan abstractos para esas mentalidades tan pueriles que apenan captan el SIGNIFICADO, y no me refiero a la acepción del diccionario sobre esa palabra. Las personas que no vivieron ese periodo histórico no ven que por culpa del franquismo murió gente, que hubo vidas que pudieron existir y por culpa de la mentalidad de este enanito salvaje fueron arrancadas de este mundo.

La gente no piensa en las consecuencias, no piensa en lo que vendrá después de sus acciones y en cómo repercutirá en su entorno y en las personas que les rodean y que se ven directa o indirectamente involucradas, no practican la EMPATÍA. La gente no valora los compromisos, te dicen “te prometo que esto será así” con cara muy seria y al cabo de algunos meses lo incumplen y la vida sigue, y no ha pasado nada. Un ejemplo claro de esto lo vemos en la clase política de este país, la cual ha alcanzado cuotas altísima de impopularidad, por esto mismo que estoy diciendo. Tengamos un poco de responsabilidad y pensemos en las consecuencias. En clase si le dices a alguien que se calle porque está molestando te mira y te dice “vale” y ¡sigue hablando!

Esto es en parte por el individualismo imperante en la sociedad. A veces nos olvidamos de que vivimos en sociedad y que esa sociedad está formada por PERSONAS de carne y hueso. Las noticias nos insensibilizan ante cada bomba en Irak o cada asesinato, cada guerra lejana o cada víctima del cólera en Haiti. No estoy hablando de ayudar a los demás, de que saques tu lado “Teresa de Calcuta” y ayudes a cruzar a los ciegos por la calle. Estoy hablando de la forma de actuar en el día a día, del compromiso ético de las personas.

Por eso hay que educar en sentimientos, preocuparse de los demás y construir lazos sólidos con las personas que conoces. Lo contrario genera desconfianza e inseguridad, genera conflicto y crispación.