Más que policía del karma, yo lo llamaría nuestro pequeño "pepito grillo" que lleva la cuenta espiritual de nuestras buenas y malas acciones |
Hay veces en que las circunstancias de la vida te obligan a tomar un camino, aunque en el fondo si lo reflexionas te das cuenta de que no es una obligación, es un reto que la vida te pone delante.
A veces tienes que ser egoísta. Tienes que dedicarte a ti mismo y a nadie más, porque hay veces que se te escapa la fuerza por la boca y le das la mano alguien, y acaba cogiéndote el brazo (perdón por mis amigas argentinas, sería “tomándote” ^^).
El karma: su principio básico es el respeto y la responsabilidad, algo tan fácil de decir pero tan difícil a veces de cumplir. Pero cuando lo sigues y lo cultivas te das cuenta de que la vida te devuelve. Si haces lo correcto y actúas con respeto hacia las otras personas sientes que todo está sucediendo como tiene que suceder, no como tú te lo has imaginado, pero notas un cierto equilibrio que fluye alrededor tuyo, no hay complicaciones.
No hay que resistirse a nada, hay que superarlo todo, llegar al punto de no pertenecer a este mundo, de saltar con la mente y aceptar cualquier barrera que te imponga la vida. Si en la mente, en los pensamientos dominas las barreras en la vida tendrás pocas ocasiones de chocarte contra un muro. No hay que ser ni de aquí ni de allí, hay que ser de todos lados y ninguno a la vez.
Es una filosofía de vida que puede salvarnos el tipo en las sociedades en las que vivimos. Y siempre conocer, saber y comprender todo lo que está más allá, el lado oscuro, lo que no te enseñan en los anuncios. Por muy duro que parezca, hay que enfrentarse al mundo real y sobre todo romper barreras estúpidas de clase y esforzarse por seguir unido con la gente que merece la pena, la gente que sigue conectada a ti pase lo que pase, sin poner en medio la distancia física, la distancia temporal, diferente forma de pensar o diferentes gustos pues esto sería reducir la vida a algo tremendamente ridículo. La gente entendería esta idea mucho mejor si desde el espacio exterior pudieran ver dentro de un cohete la inmensidad de la tierra y lo infinito del universo. ¿Nunca os habéis preguntado que sentiríais dentro de una nave espacial? Pienso que una sensación desconocida para mi recorrería todo mi cuerpo y conectaría de alguna forma mi cuerpo físico, mi cuerpo emocional, mi cuerpo mental y mi cuerpo espiritual, expresándose por medio de una lagrimita de felicidad y me vendría el pensamiento de que no somos nada, somos personajes que nos creemos que podemos dominar el mundo con nuestras manitas de cinco dedos y que nos ahogamos en un vaso de agua cada vez que algo no sale como queremos. Somos unos simios tremendamente caprichosos.
No acojo toda la filosofía de pensamiento del budismo acerca del karma pero me parece que el camino que ofrece cono forma de pensamiento sobre estas sociedades actuales es un buen colchón para soportar los posibles baches que te puedan surgir en el camino de la vida.
Haz lo que te gustaría que te hicieran, uno recoge lo que siembra, si das recibirás… Son frases típicas del imaginario colectivo tradicional que presuponen una conexión de tus acciones con tu entorno, porque en el fondo todo está conectado.